¡Qué cosas! Nunca una parte del cuerpo de un bebé había tenido tanto protagonismo. Siempre hemos escuchado a nuestro alrededor que la erupción de los dientes es dolorosa. Sin embargo, no existe ningún estudio científico de rigor que avale esta creencia, es más, el sentido común y la experiencia demuestran más bien lo contrario. Los partidarios de la teoría de que los dientes duelen, argumentan que a la edad a la que empiezan a salir los primeros dientes (en torno a los 6 meses) los bebés no hablan y no nos lo pueden decir. Sin embargo con 15-18 meses cuando tienen una otitis claramente les escuchamos decir “pupa” mientras se llevan la mano a la oreja, y no así cuando a esa misma edad continúan saliendo piezas dentales. ¿Verdad?
Quizá puedan tener una ligera molestia pero dolor lo que se dice dolor, lo dudo. Es más, a los 5 – 6 años cuando se caen los dientes de “leche” y aparecen los permanentes lo celebramos por todo lo alto, incluidos los niños. Tanto lo celebramos que viene el Ratoncito Pérez y hasta lo publicamos en Facebook con nuestro niño desdentado y con una sonrisa de oreja a oreja. ¡No me digáis que no! Casi todos lo hemos hecho con el primer diente. (Yo también, lo confieso)
En ese momento ninguno de los niños dice que tiene dolor ni al caerse los dientes ni al salir los nuevos. Y eso que los permanentes son bastante más grandes y tienen que abrirse camino por la encía.
Cierto es que puede existir alguna molestia, pero no lo suficientemente importante como para afirmar que es la causa del llanto o de la fiebre. Cuando esto sucede, hay que buscar otra causa.
La única excepción a esto la tenemos con la muela del juicio que aparece al final de la adolescencia o en la edad adulta y que en ocasiones, resulta dolorosa, debido a la falta de espacio por lo que debe salir en oblicuo y empujar a su predecesora. Seguramente este ha sido el argumento para hacernos pensar que la dentición del lactante debería ser dolorosa
Escrito porLUCÍA GALÁN BERTRAND
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